Tú que vives al amparo del Altísimo, y habitas a la sombra del poderoso, di al Señor: “Refugio mío y Fortaleza mía, Dios mío en ti confío”
(Salmo 91,1-2)

La noche del martes 24 de octubre Acapulco, Guerrero, México, pasó por un tiempo difícil. Por la mañana se le había anunciado un huracán, mismo que se intensificó durante el día hasta que a las 7 de la noche se estaba recibiendo el aviso de que se había convertido en huracán categoría 5, a partir de las 11 de la noche comenzó dicho evento. Fue una experiencia traumatizante y difícil no solo para la comunidad de Koinonia sino para todo Acapulco, pero dentro de esta situación, como comunidad hemos experimentado la misericordia del Señor que ha sido refugio para nuestras vidas y continúa a ser providente fortaleciendo a su pueblo de Koinonia.

Desde ahora en adelante, con la confianza puesta en el Señor, nos agarramos todavía más fuerte de su mano y seguimos caminando.

Gracias a cada uno de los que nos ofrecen su oración y ayuda de toda clase.