BAUTISMO DEL SEÑOR (A)

Domingo 8 de enero de 2023
MT 3,13-17

«Entonces Jesús vino desde Galilea al Jordán con Juan, para que lo bautizara. Pero Juan quería impedírselo, diciendo: “Soy yo que necesita ser bautizado por ti, y ¿tú vienes a mí? Jesús le respondió: “Olvida eso ahora, porque conviene que cumplamos toda justicia”. Entonces, él accedió. Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua: y entonces, se abrieron para él los cielos y vio al Espíritu de Dios descender como a una paloma y venir sobre él. Y una voz que venía del cielo decía: “Este es mi Hijo, el amado: en él me complazco”».
(Mt 3,13-17)

¿Por qué se hace bautizar Jesús? La interpretación clásica está de acuerdo con lo que afirma la carta a los Hebreos: “tenía que ser hecho en todo semejante a sus hermanos… con la finalidad de expiar los pecados del pueblo” (Heb 2,17). Bautizado en el Jordán por Juan, Jesús es solidario en todo con los pecadores, no obstante que no conoció el pecado.

El Evangelio nos dice que, apenas bautizado, Jesús “salió” del agua. El hecho de que “salió” significa que antes “descendió”. El salir del Jordán de Jesús, nos recuerda también el pasaje del río por parte de los hijos de Israel con Josué. Cabe señalar que el nombre Josué en hebreo tiene el mismo significado que Jesús: “Dios salva”. Como Josué guio al pueblo más allá del Jordán para la toma de posesión de la Tierra Prometida, así Jesús, en el mismo río, nos lleva de la muerte del hombre viejo a la vida nueva en el Espíritu.

¡También tú y yo estamos llamados a identificarnos con Él: muriendo a nosotros mismos y resucitando a la vida nueva en Él!

p. Giuseppe