Recuerdo el 15 de agosto de 2002, nuestro primer día después de mudarnos a Nowy Radzic, el primer hogar de Oasis en Polonia. Después de tres años de orar con la Palabra del Señor, entramos en nuestra propiedad, según la promesa: «… Te lo daré como propiedad. Es una tierra que mana leche y miel» (Lv 20,24). Y así fue, incluso concretamente, porque en aquella época nuestros vecinos nos traían leche de vaca y mucha miel. El Señor nos ha sido fiel y desde ese día, cada año, el 15 de agosto, en Radzic, Polonia, celebramos la fiesta de la fidelidad del Señor, que para nosotros se ha convertido ahora en la fiesta de la fidelidad de los hermanos y amigos.

Dios es fiel – ÉL ES EL PRIMERO que ha sido y permanece fiel a lo que Él ha prometido, a Su pacto con el hombre hasta Su muerte y resurrección. Y la fidelidad del Señor no puede separarse de la fidelidad de los hermanos y hermanas, de los esposos y de los amigos. Porque nuestra fidelidad es la respuesta al amor, pasa siempre por la concreción de la vida cotidiana y debe ser vivida con pequeños pasos alcanzables. En Koinonía tenemos compromisos fijos que nos caracterizan y que nos ayudan a crecer en el llamado, tales como: oración personal, reuniones de formación y evangelización, servicios y ministerios, diezmo. Sólo así, perseverando cada día, se puede permanecer fiel. El que es fiel en lo poco, es fiel también en lo mucho (Lc 16,10).

La respuesta auténtica al amor se encarna en el compromiso que expresa mi 100%, es decir, QUIERO DARLO TODO, independientemente del estado de vida, pero naturalmente ligado a él. Es precisamente lo que mantiene vivo el «sí» a Él y a los demás: el compromiso concreto. Lo que ha escrito san Juan sigue siendo válido: quien no ama al que ve, no puede amar al que no ve (cf. 1 Jn 4,20).

Este amor, para ser «legible», necesita gestos, decisiones, elecciones. Y se hace posible si nos mantenemos cerca del Señor, aferrándonos a su Palabra, estrechando fuertemente la mano de nuestro hermano, amigo, cónyuge; de este modo podremos avanzar verdaderamente con valentía y radicalidad hacia nuestra meta, siguiendo el camino ya abierto por Él.

Parece que hoy, por diversas razones, es cada vez más difícil mantener la palabra como un compromiso serio, porque las personas, las circunstancias, el mundo cambian… Y, sin embargo, precisamente HOY, resuenan con tanta fuerza las palabras de Pablo de Tarso: No se conformen con la mentalidad de este mundo, sino transfórmense renovando sus mentes, para que puedan discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto para él (Rm 12,2).

Permanezcan fieles, comenzando por las pequeñas cosas cotidianas, paso a paso, para conquistar las cumbres cada vez más altas, para vivir bien su llamada y su misión, llevando a este mundo el testimonio del amor y de la confianza, hasta el final.

Iwona Sułek

2003 Fiesta de la Fidelidad en Nowy Radzic – votos trienales de Asia

2018 Fiesta de la Fidelidad en Nowy Radzic – votos perpetuos de Filip

2023 Boda de Julia y Wojtek – Koinonia Juan Bautista Oasis de Wroclaw